Sinopsis: Hay libros que forman parte de un plan y libros que, al modo del automóvil que se salta un semáforo, se cruzan violentamente en tu existencia. Éste es de los que se saltan el semáforo. Me habían encargado un reportaje sobre mí mismo, de modo que comencé a seguirme para estudiar mis hábitos. En ésas, un día me dije: «Mi padre tenía un taller de aparatos de electromedicina.» Entonces se me apareció el taller, conmigo y con mi padre dentro. Él estaba probando un bisturí eléctrico sobre un filete de vaca. De súbito, me dijo: «Fíjate, Juanjo, cauteriza la herida en el momento mismo de producirla.» Comprendí que la escritura, como el bisturí de mi padre, cicatrizaba las heridas en el instante de abrirlas e intuí por qué era escritor. No fui capaz de hacer el reportaje: acababa de ser arrollado por una novela.
La repentina pérdida de conocimiento de cuanto le rodea y la sensación de que se está muerto hará que Arnau, en compañía de otros personajes vinculados al azar con el mismo propósito, se embarque en una arriesgada búsqueda a la mismísima selva amazónica de la solución al extraño mal que aqueja a su hermano, y que servirá, al mismo tiempo, de un viaje iniciático, en el que cada uno de ellos verán cambiados el rumbo de sus vidas de manera radical. La última obra de Matilde Asensi va a tomar como punto de partida la misteriosa cultura, la de los incas en general, y de unos individuos, los aymara en particular, poseedores de un misterioso lenguaje "encriptado" y considerado como el más perfecto jamás construido, cuya misteriosa lectura e interpretación hará que uno de los miembros de un equipo de antropólogos que lleva su investigación, caiga en un extraño "encantamiento" cuyo remedio se encontrará en un recóndito lugar, en manos de los últimos pobladores de un grupo legendario de hombres vinculados con los dioses y con saberes ocultos y mágicos.
El grupo variopinto de expedicionarios lo formarán tres informáticos (ignorantes en la materia pero que, con mucha voluntad y tesón, tendrán un papel preponderante en la labor de descifrar los vericuetos del extraño lenguaje de los aymara, y a convertirse en intrépidos aventureros), dos antropólogos y una médico (cuyo fin va a ser el descubrir la existencia de tales individuos y dar a conocer dicha primicia a la opinión pública); a pesar de que cada cual irá en búsqueda de algo diferente, el peligro, la soledad y la lucha por la supervivencia en unas condiciones de vida extremas hará que se establezcan entre ellos unos lazos de "hermandad" y de amistad muy fuertes, y que acaben por planearse el rumbo y el sentido de sus vidas. Se tratará, pues, de un viaje del que saldrán, además de con la solución al enigmático hechizo, con una visión mucho más clara de lo que de verdad quiere cada uno hacer con su vida. Y es que sólo en las situaciones en las que de verdad nos vemos apurados y en donde nuestra integridad física corre peligro, somos capaces de mirar hacia atrás y hacer una valoración de lo que tenemos y de lo que realmente tiene importancia para nosotros, momentos adecuado para empezar de cero, y en los que de verdad se descubre el verdadero sentido de la amistad.